Guillermo y Katte se casaron en la abadía de Westminster. Una ceremonia espectacular en cuanto al protocolo y ceremonial. Sólo se registró un blooper al patinar y caer un caballo en el asfalto. El príncipe no usa anillo y no quiere ir de luna de miel.
Juan Pablo II, quizás el más querido, activo y viajero, fue aplaudido por 1 millón y medio de fieles que arrivaron a Roma con el motivo de su beatificación. En una espectacular acción de inteligencia fue ultimado, quizá, el más peligroso subersivo de la historia.
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